Los sistemas y las redes distritales cada vez toman una relevancia más importante en el uso de la ciudad. Mediante un sistema de indicadores con el que se diagnóstica la ciudad, la participación ciudadana y siguiendo las directrices de las Agendas Urbanas orientadas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se proyectan las estrategias de distrito y se definen y trazan estas redes, incluyéndose para cada distrito un plan de actuaciones apoyados en tres ejes: habitabilidad de barrios y edificios, urbanismo de proximidad y a escala del peatón y el reequilibrio territorial en términos de movilidad urbana y actividad económica.
La ciudad requiere de una estructura urbana equilibrada y bien ordenada mediante un conjunto de redes urbanas que se superponen en el territorio, identificándose cuatro tipos: la red de proximidad, de identidad, de movilidad y ambiental, suponen cuatro enfoques complementarios de lectura y comprensión del territorio, deben funcionar correctamente en una ciudad diseñada bajo un modelo urbano sostenible.
La red de proximidad está constituida a partir de dotaciones básicas, comercios, parques así como las calles y otros espacios libres que los relacionan y comunican. El primer objetivo es detectar un nivel básico de atención y servicio de espacios de uso cotidiano donde se deban garantizar las adecuadas condiciones de accesibilidad peatonal.
La red ambiental integra espacios tales como parques urbanos, calles arboladas, jardines, deportivos o espacios libres privados que constituyen la matriz ambiental de la ciudad. Las actuaciones se orientan a completar elementos para conseguir una red continua, mejorar la conectividad con espacios verdes de otros distritos o de la red regional de espacios naturales.
La red de identidad estaría formada por la suma de los lugares con un valor histórico o simbólico, edificios con valor arquitectónico, hitos del paisaje, centros culturales y de ocio, lugares para celebración de fiestas, así como elementos aglutinadores de flujos de personas como intercambiadores de transporte o incluso las fronteras que delimitan y separan unos barrios de otros.
La red de movilidad incorpora una clasificación de la red viaria con la consideración de nuevos tipos de vías como son los ejes cívicos urbanos, o los ejes de barrio, así como áreas de prioridad peatonal o áreas 30 donde aplicar diseños de coexistencia. También forman parte de esta red los itinerarios ciclistas, los intercambiadores y paradas de la red de transporte público o los aparcamientos en sus diferentes tipologías.
Se puede acceder a un “story map” para obtener información de las estrategias, actuaciones y la participación ciudadana en cada uno de los distritos.
Para estos distritos se plantea un programa de 375 actuaciones concebido desde una planificación integral que pone en valor la ciudad existente, con especial atención en la regeneración, el espacio libre y la movilidad.
Identifica lugares en los que intervenir desde estas diferentes perspectivas, los concierta con todas las entidades locales, define las prioridades de intervención y dirige a ellos los recursos.